UNA PRENSA DIFERENTE

La derecha y la Concertación, nos cagan con el pase y con la educación (8)

Por Daniela Barría R

Así reza uno de los tantos jingles que miles de estudiantes cantamos por las calles en cada marcha nacional, siempre con la convicción de que el pésimo nivel de enseñanza en Chile se debe a las también pésimas decisiones sobre esta materia desde el año ’73, y que por lo tanto exigen la movilización de la ciudadanía periódicamente.

Resulta que abro esta columna de opinión con la frase mencionada, porque los últimos acontecimientos sobre la LGE, el pacto de la Concertación de Partidos por la Democracia con la Alianza por Chile para votarla en el parlamento, y los intentos de intervenciones del Partido Socialista y el Radical por definir unas “cuántas imprecisiones” que el proyecto tiene, han cocinado un poco sabroso producto que nos debiese desconcertar a todos y, sin embargo, no veo luces de que así sea.

Estos son los hechos: el 2006 ocurre la Revolución Pingüina; el gobierno decide derogar la LOCE (en supuesta respuesta a las demandas estudiantiles); se crea después el Consejo Asesor Presidencial de la Educación con más de 80 miembros de todos los sectores; se demoran dos años en sacar el fruto final, lo presentan al país y resulta que no hay ni atisbos de lo exigido aquel lejano 2006. No se menciona la desmunicipalización de la educación; la gratuidad de esta misma para estudiantes secundarios y superiores; ni menos se termina con el lucro, ya que la LGE ratifica la existencia del binomio sostenedor -corporación o fundación, dejando en claro la incapacidad del gobierno de doblarle la mano a los privados.

Para hacer más cuestionable la labor del Consejo Asesor, se firma un pacto entre quienes lucharon contra Pinochet a fines de los ’90 y quienes estuvieron a favor del dictador por esos mismos años. En pleno 2008. Y me pareció rarísimo por decir lo menos. Ya habíamos notado algunos indicios de que la Concertación se parecía a la Derecha al realizar distintas políticas que favorecían a la clase empresarial chilena, pero muchos -supongo- mantuvimos la esperanza de que fueron errores puntuales y aislados de malos asesores y mandamases. Y salieron con el regalito del año pasado. Ahí entendí que fue LA caída.

Mi cuestionamiento, entonces, a esta unión entre la derecha y la izquierda, va por el accionar político realizado, que debe estar provocando que Salvador Allende se revuelque en su tumba ahora y siempre.

Bachelet, que pertenece al Partido Socialista- el mismo que Allende- ya no sabe para dónde apuntar las flechas para sacar a este país adelante, ni menos tiene idea sobre a quién pedirle ayuda para ese cometido. ¿Pedirle a la derecha no será como mucho? ¿Acaso ya no existen bases fundamentales que sustentan el accionar de socialismo en Chile? ¿O será que son tan débiles que hasta sus propios miembros se pasan por la raja su principio más importante “Igualdad para todos”?

A la Concertación lo único que debiese preguntársele es: ¿Ustedes van por el beneficio directo y rápido del pueblo (no ese beneficio que ellos mismos dicen buscar con la LGE de forma más “indirecta” y proyectable en el tiempo) o van por la mantención de las buenas relaciones y excelente convivencia con el quintil más rico de este país?

Salvador Allende- ese que la Bachelet nombra y renombra en actos públicos y homenajes y que la ha dado “tanta inspiración”- jamás hubiese permitido la negociación de la educación con los privados. Jamás. Y 20 años después vemos una Concertación perdida en su rumbo inicial, cansada, agotada de ideas, que busca el poder gubernamental sólo para seguir dándole trabajo a los suyos, profanando el concepto izquierda por Latinoamérica y el mundo.

Me llama muchísimo la atención que ningún medio tradicional de este país se cuestione esta gran metida de pata ni exija respuestas al gobierno, pero supongo que una vez más es tarea de Unaprensadiferente ver la noticia desde el otro frente, ese frente en el que estamos todos los chilenos ¡Plop!, preguntándonos ¿cuándo será el día que haya una ideología clara tras La Moneda y que sea acorde a las necesidades claras y reales del pueblo?