Casa Central Unida (CCU)

9:21 / Publicado por Periodismo Informa /

En estos días de paro y movilización, los vínculos entre los mismos estudiantes, se vuelven un rasgo de importantísimo valor, pues estos nos mantienen unidos y firmes en la lucha por una educación de calidad.

Ejemplo de esto, es la organización de alumnos de la PUCV, llamada Casa Central Unida (CCU), la que reúne a todas las carreras con sede en la Casa Central
, aprovechando la cercanía que les permite el edificio mismo.

Esta unión busca generar y mantener la relacion entre los estudiantes de las distintas carreras del edificio, creando actividades tales como: ciclos de cine (con películas como “Babel”, “Casino Royal” y la nacional “Se Arrienda”); tardes deportivas; y almuerzos bailables al costo, según nos cuenta Francisca Aparicio, Alumna de Química Industrial y miembro organizativo del CCU.

Cabe señalar que la Casa Central Unida no sólo se creó al calor de esta coyuntura, sino que además se constituye como un nexo permanente entre las carreras pertenecientes.

1 comentarios:

Anónimo on 12 de mayo de 2008, 17:15

Movimiento estudiantil



Hace ya más de tres semanas los estudiantes universitarios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, mantenemos un movimiento por varias reivindicaciones, destacando el tema de la tarifa de la locomoción colectiva, aspectos relacionados con el modelo de la educación chilena y otras relacionadas con inquietudes internas de nuestra casa de estudios.

Cierto es que ha sido un movimiento estudiantil con una dirección poco adecuada, cuestión que no habla muy bien de nuestros dirigentes. También lo es, el hecho que estamos intentando mantener una organización precaria que algunas veces se equivoca en la forma de enfrentar las tareas propias de una tarea de estas características. Nos faltaron enseñanzas de generaciones anteriores de dirigentes, que a su vez carecieron también del traspaso del testimonio en esta posta. Estamos reconstruyendo las experiencias necesarias, tras el período oscuro de nuestra historia reciente, en que la dictadura aplastó por medio de la más cruenta violencia, todo movimiento reivindicatorio en el país completo. No debemos olvidar que se llegó a dicho período, tras los errores de muchos que hoy nos critican fuera y dentro de la Universidad.

Sin embargo, el fondo de lo solicitado no puede ser más justo y necesario. Por ejemplo, la inequidad de mantener un sistema en que los estudiantes de la Región Metropolitana cancelan el 33% de la tarifa adulta y los estudiantes de las demás regiones deberán pagar el cincuenta por ciento del pasaje completo, no resiste mayor análisis.

Las autoridades del Estado hacen oídos sordos a las peticiones de los estudiantes y hacen nada, al respecto. Peor aún, el Intendente de la Región, justifica, las acciones de grotesca represión de Carabineros, desviando el punto de atención de la opinión pública y callando la cuestión de fondo. ¡Señor Intendente, queremos entre otras cosas, una educación de calidad y terminar nuestras carreras y no dedicarnos a operador político!

Algunos profesores y autoridades de nuestra Pontificia Universidad, han levantado la voz escandalizados por el “tema de la violencia”, cuando un grupo de alumnos interrumpe una avenida durante cinco minutos, antes de la llegada de las Fuerzas Especiales. Se dice que la violencia siempre genera más violencia. Pero, Profesores, cuál es entonces la violencia basal. ¿Se mantiene un decreto que permite la injusticia e inequidad en la tarifa escolar, porque se quemaron dos neumáticos, o esta es la salida “violenta”, a la mantención de la violencia invisible o la violencia oculta?.

No se puede mantener el discurso de “condenar la violencia de los alumnos”, sin ser miope de inteligencia o mal intencionado al respecto. Creemos sinceramente, que no es el caso de nuestros profesores. Existe una violencia invisible, cuando el Estado no responde a la imperiosa necesidad de derogar normas injustas que afectan a miles de estudiantes. Existe una violencia oculta, cuando los órganos de la prensa y las autoridades desvían la atención de las razones de fondo, ocultándolas de la opinión pública, exaltando sólo algunos hechos puntuales, responsabilidad de un grupo menor de radicalizados.

Ayer, Jesús reaccionó con el látigo en la mano para expulsar a los mercaderes del Templo, por que su accionar permanente, ofendía la Casa del Padre (Jn 2, 13-22). ¿Rasgan vestiduras por aquello?; ¿no se trata sólo de mercaderes y cambistas que ejercían pacíficamente su oficio?, ¿es nuestro Señor un violentista?. No, nadie podría decirlo, pero todos también, entienden que la mantención de tales actividades en el templo, violentaba de manera permanente el fin de dicha construcción, la razón y los deseos de Jesús.

Violencia. Nadie la quiere, pero hay que saber distinguir y conocer todas las formas de violencia, las que son causa y origen, y las que son posteriores.

Profesores, autoridades, queremos que uds. comprendan el fondo del tema que nos aqueja y no se dejen llevar por las cuestiones de forma. No se puede cerrar los ojos a aquello que es la causa del conflicto y sólo condenar los efectos. Ello sería una forma más de pecar , cuestión que no se aviene con el carácter de nuestra Pontificia Universidad. Porque no es correcto mantener la injusticia y la inequidad; callar ante ello es “ser permisivos ante el mal”. Y eso nos recuerda nuestra fe, es pecar.

Así que vamos todos con cuidado por este andar, que la acción de los estudiantes busca cambiar un estado de cosas injusto, repensar el sistema educacional chileno, para que las nuevas generaciones tengan acceso a una cada vez mejor educación, y resolver problemas internos en nuestras Escuelas y Facultades. Ante esto, uds., Profesores y Autoridades tiene más que algo que decir, algo más que hacer.


Estudiantes PUCV en Paro,
para un futuro mejor.

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